jueves, 16 de abril de 2009

Revolución

Se llama Natalia, tiene 25 años, y no sabía de lo que era capaz. Un mensaje suyo en 'Twitter' armó una revuelta que no esperaba ni ella misma y que ha hecho tambalearse al Gobierno comunista moldavo, encabezado por Vladímir Voronin. Así se lo ha contado a The Guardian desde su escondite. Natalia está ahora más asustada que Voronin al ver a 20.000 jóvenes dispuestos a echar a los comunistas. Pero no sólo Natalia está asustada. No debemos subestimar el miedo que acongoja a las esferas del poder: Internet, el invento definitivo, la tecnología puesta al servicio del capitalismo global, es un boomerang que de un momento a otro puede volverse en su contra.
Moldavia no es un caso único. Las revueltas contra la cumbre del G-20 se organizaron a golpe de convocatoria por sms, correos electrónicos y mensajes en 'Twitter'.; y está aún fresco en la memoria el recuerdo del 'pásalo' tras el 11-M... No sé si es deseable que llegue el día de la Gran Revolución. Como me decía Ramón Chao, para hacer desaparecer el sistema capitalista es inevitable atravesar antes un páramo de caos social antes de lograr cimentar una nueva sociedad. ¿Estamos dispuestos? No lo sé, sinceramente, es un precio muy alto. Pero el caso es que ahora sabemos al menos cómo convocar la Revolución. Así que, quien sabe cuánta gente lee este blog, pero por si acaso: ¡Pueblos del Mundo: Uníos!

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