
Moldavia no es un caso único. Las revueltas contra la cumbre del G-20 se organizaron a golpe de convocatoria por sms, correos electrónicos y mensajes en 'Twitter'.; y está aún fresco en la memoria el recuerdo del 'pásalo' tras el 11-M... No sé si es deseable que llegue el día de la Gran Revolución. Como me decía Ramón Chao, para hacer desaparecer el sistema capitalista es inevitable atravesar antes un páramo de caos social antes de lograr cimentar una nueva sociedad. ¿Estamos dispuestos? No lo sé, sinceramente, es un precio muy alto. Pero el caso es que ahora sabemos al menos cómo convocar la Revolución. Así que, quien sabe cuánta gente lee este blog, pero por si acaso: ¡Pueblos del Mundo: Uníos!
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