lunes, 13 de abril de 2009

Lección francesa

La socialdemocracia ha muerto y sólo parecen haberse dado cuenta en Francia. En 2002, el Partido Socialista se ahogaba en su propio ego y condenaba a los franceses a elegir entre el Frente Nacional de Le Pen y la Union pour un mouvement populaire, de Sarkozy. Una jugarreta difícil de perdonar.
Siete años después los franceses no han perdonado aún a los socialistas y parecen haber aprendido la lección: el PS de Sègolene Royal y su socialismo de buena familia sigue hundido en su propio lodazal, liderado por una pija con conciencia de clase, de primera clase. Y Sarkozy viento en popa a toda vela. Pero no hay mal que por bien no venga: los franceses no se han quedado quietos: ha ido tomando cuerpo una nueva forma de ver la política: el NPA, el Nuevo Partido Anticapitalista. (web oficial del NPA, en francés)
El NPA nació oficialmente en febrero de este año y ya roza el 10 por ciento de los sufragios posibles. Si se suman los apoyos de todas las formaciones a la izquierda del PS superan el 17 por ciento de los votos. Su objetivo político es sacar a Francia del mercado capitalista, romper con el sistema. Lo explica su líder, Olivier Besancenot: "no se trata de una ruptura, sino una mezcla de lo antiguo y lo nuevo. Proponemos un polo anticapitalista de base. Desde hace más de 17 años, la izquierda radical ha tratado de federarse por arriba y en cada ocasión la historia ha impedido la dinámica de unificación. Por ello queremos ofrecer una nueva representación política a los que pertenecen a la nueva generación militante, que hasta ahora no tenía partido y que quiere uno".
Entran ganas de pedir la nacionalidad francesa. O de ponerse manos a la obra y soñar con un NPA propio que aúne a todos los que nos negamos a dar nuestro voto a los socialdemócratas, los mismos que nos vendieron en el mercado de esclavos del capitalismo.
Insisto: pueblos del mundo uníos: último aviso.

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