sábado, 9 de mayo de 2009

Patxi & Iñaki

Iñaki (Gabilondo) pasea por el Puerto Viejo de Algorta preguntando por Patxi (López). Iñaki, disfrazado de reportero de España Directo realiza una encuesta a pie de calle desbordando simpatía, lanzando lastimeros oes cuando alguien (pocos) se niega a dar su opinión ante las cámaras de Cuatro. Hay opiniones de todos los colores (bueno, sólo de dos colores: discretamente a favor, moderadamente en contra). Cruza el Puente Colgante para seguir su reportaje sociopolítico sobre el terreno esta vez en la margen izquierda, en Portugalete, a la ribera de la Ría (con mayúscula, sí). ¿Qué impresión tiene del cambio de Ibarretxe a Patxi López?, pregunta Iñaki. El abanico de respuestas es el mismo: recelo, indiferencia, prudencia, pero no beligerancia.

Estábamos mejor cómo estábamos, imagino que habrá recesión, responde un obrero apoyado en su hormigonera ante la pregunta de Gabilondo. Ya hay recesión, matiza el periodista. No, recesión en las competencias, puntualiza el trabajador entrevistado (una rareza periodística, el líder de opinión consultando al pueblo). Una posibilidad muy similar a la que baraja un txikitero en el batzoki de Getxo. No me ha parecido legítimo, dice una mujer a bordo del Puente Colgante. Otro veterano portugalujo se congratula del cambio y confía en que el euskera pierda importancia en el acceso del empleo público. Lo mismo que una viandante, de fuera, dice, pero que lleva cincuenta años en Euskadi. Ibarretxe la hacía sentir aún más de fuera, confiesa ante la mirada de su amiga, que es, creo, de dentro Otro, indiferente ante el presunto cambio, recuerda al PSOE a quién ha vendido su alma: al PP.

En su periplo por las Vascongadas (¿Vaskongadas?), Iñaki se deja caer por la Gipuzkoa profunda, léase Arrasate (Mondragón para Javier Gurruchaga). Un fugaz paseo en el que tiene tiempo para arrancar cuatro palabras a unas adolescentes que afirman temer por el futuro del euskera en las aulas) y para traicionar a un hasta entonces anónimo ciudadano que no quiso pronunciarse por que, alegó, "trabaja en la calle". Fundido a negro. Fin de la micro tesis de Iñaki Gabilondo.

Conclusiones a bote pronto:
1. Ni rastro de Álava. Intuyo que Iñaki da por sentado que fue reconquistada con el asentamiento del ala pulcra del PP de Alfonso Alonso (¿O es Alonso Alfonso?).

2. El ciudadano vasco, tristemente creo saber por qué, tiene una conciencia política (en el más estricto sentido de la palabra) más desarrollada que la media de sus convecinos de la Península. A las pruebas me remito: pocos obreros saben qué demonios son las competencias.

3. Sólo Iñaki Gabilondo puede permitirse el lujo de realizar una encuesta callejera con dos cámaras y viajando por dos provincias.

4. Al igual que sucede en el resto del mundo (presuntamente civilizado), el multipartidismo toca a su fin también en Euskadi, para quien han/hemos inventado una nueva especie de bipartidismo: Nacionalistas y Españolistas

5. La Ría está cada vez más limpia. Lo demás sigue igual. Y así seguirá muy probablemente.

No hay comentarios: